viernes, 24 de febrero de 2023

China en la obra de Borges

Museo Histórico del Norte - Salta, 28 de enero de 2023 Conferencia: China en la obra de Borges Rafael F. Gutiérrez Profesor Adjunto de Literatura Argentina Universidad Nacional de Salta Introducción La conferencia del día de la fecha se inició como una ponencia preparada para las VII Jornadas intercátedras de la Facultad de Humanidades de intercambios de trabajos académicos del 2022 en la Universidad Nacional de Salta y fue propuesta como el principio de un trabajo exploratorio sobre la relación entre las literaturas argentina y china, dado que desde la década de 1950 hasta la actualidad hay una sostenida relación diplomática entre ambos países, lo que ha llevado a que en China se crearan cátedras de estudio sobre la cultura y la literatura en lengua castellana, que incluye a varios autores argentinos y, entre ellos, destaca la obra de Jorge Luis Borges que ha sido traducida al chino y editada en dos oportunidades. La Doctora Lou Yu en el artículo “Borges en China (1947 - 2017)” ha reseñado la historia de la lectura de la obra de Borges en el campo literario chino, mostrando cómo –hasta ese momento- la imagen literaria de Jorge Luis Borges fue creciendo en cuanto a su impacto en los estudios de las letras latinoamericanas y, por otra parte, Jinyu Zhu ha relevado la importancia del taoísmo en la obra del incansable lector. En la Universidad Nacional de Salta aún nos queda como tarea pendiente llevar a cabo una labor recíproca por lo que está en marcha el proyecto de crear la intercátedra abierta sobre cultura china en nuestra casa de altos estudios. Sin duda, Jorge Luis Borges es uno de los escritores argentinos más difundidos en el mundo entero porque su manejo de varias lenguas y su inagotable capacidad de lectura lo llevaron a recorrer las más diversas culturas y distintos momentos de la historia, ficcionalizándolos en cuentos ensayísticos y en ensayos narrativos, constituyéndose en un verdadero desafío de lectura para los especialistas en letras de distintas partes del mundo pues esa intrincada escritura alentó a especulaciones de los críticos, los teóricos de la literatura y a los filósofos. Es un lugar común citar el prefacio de Las palabras y las cosas en el que Michel Foucault inicia sus reflexiones acicateado por las especulaciones de Borges en torno a una clasificación de una “cierta enciclopedia china”. En general hay un reconocimiento de que la particular literatura de Borges parte de la temprana lectura de una biblioteca anglosajona, por ello mismo no nos debe extrañar la presencia de la cultura china, porque tanto la Enciclopedia británica –de la que afirma que fue su iniciadora en el acceso al universo a través de los libros- como en los sinólogos británicos, el conocimiento del fascinante extremo oriente le fuera concedido. En este artículo nos proponemos hacer un breve y somero recorrido por distintos textos de sus obras completas en los que la cultura China se ha plasmado. Historia de la lectura Tanto en su Autobiografía como en numerosas entrevistas, Jorge Luis Borges explicó que su acceso a la cultura letrada fue, primero, a través de una biblioteca familiar, mayoritariamente en inglés Borges confesó en más de una ocasión que la biblioteca de su padre fue el hecho capital de su vida. Lo que no agregó (quizá porque lo diera por sentado) es que esa biblioteca estaba completamente abierta, por entero disponible, sin prohibición o advertencia de ninguna clase: en un lugar donde no existe el pecado, no puede existir el pecador. (Alvarado) y, luego, de la biblioteca pública a la que asistía en compañía de su padre, eligiendo un tomo de la Enciclopedia británica para entretenerse mientras Jorge Guillermo Borges preparaba en la Biblioteca Pública sus clases de inglés y psicología para el Instituto de Lenguas Vivas. En 1914 la familia Borges se trasladó a Europa acompañando a Jorge Guillermo Borges en búsqueda de un médico ginebrino como última esperanza para salvar su vista de un deterioro progresivo que lo llevaba hacia la ceguera. Previo a su instalación en Suiza la familia recorrió Inglaterra, Francia e Italia. Fue en esa capital Suiza en la que el adolescente Jorge Luis Borges tuvo acceso a otras lenguas como el alemán y el francés, además de continuar perfeccionando el inglés y el manejo de las lenguas clásicas, guiado por la rigurosa disciplina del Liceo. Todo ello acompañado de innumerables lecturas que continuaron alimentando la vocación de escritor fomentada desde el hogar. En 1918 la familia se trasladó a la isla de Mallorca ya que luego de que el diagnóstico médico dejó sin esperanzas a Jorge Guillermo Borges. España resultaba más adecuada para manejar la deteriorada economía familiar, allí el joven escritor se reencontró con el español luego de años de ejercicio del alemán que había aprendido de modo autodidacta en Suiza con la ayuda de sus compañeros de instituto. Esa estancia en Mallorca fue muy apreciada por el joven escritor: Mallorca es un lugar parecido a la felicidad, apto para en él ser dichoso, apto para escenario de dicha, y yo, como tantos isleños y forasteros, no he poseído casi nunca el caudal de felicidad que uno debe llevar adentro para sentirse espectador digno (y no avergonzado) de tanta claridad de belleza. Dos veces he vivido en Mallorca y mi recuerdo de ella es límpido y quieto: unas tenidas discutidoras con mis amigos, una caminata madrugadora que empezó en Valldemosa y se cansó en Palma, una niña rosa y dorada de la que estuve enamorado alguna vez y a la que no se lo dije nunca, unos días largos remansándome en el cálculo de las playas. Ahora dejo de escribir y sigo acordándome. (Bernstein, Ariel) Fue con la experiencia europea en la que tomó contacto con el expresionismo alemán en distintas manifestaciones artísticas y con distintas vanguardias en desarrollo durante las primeras dos décadas del siglo XX, aunque tuvo una particular relación con el ultraísmo en España pues en Madrid entró en contacto con el grupo dirigido por Rafael Cansino Assens. Aún antes de su retorno a la Argentina, el joven Jorge Luis Borges comenzó a escribir y publicar tanto poesías como artículos y reseñas en revistas españolas, a los que pudimos acceder gracias al trabajo de Irma Zangara y María Kodama que dieron a conocer sus Textos recobrados 1919-1929, pero esa era una tarea que asumía como parte de su ocio creativo y no por necesidad económica. Los viajes por Europa se debieron a los infructuosos intentos de su padre de encontrar una solución médica para su progresiva afección visual que su hijo heredaría y poetizara tan dolorosa y magistralmente en “El poema de los dones”: Nadie rebaje a lágrima o reproche esta declaración de la maestría de Dios, que con magnífica ironía me dio a la vez los libros y la noche. La familia regresó a Buenos Aires en 1921 aunque hubo un retorno a Zurich en 1923 en un último intento por una operación que pudiera salvar la vista de Jorge Guillermo Borges, con la consecuente pérdida de los recursos económicos debido a los gastos médicos del viaje y la posterior muerte del padre acaecida en 1938. Esa situación puso a Jorge Luis en la necesidad de encontrar un modo de subsistencia. Por una parte, se empleó en la Biblioteca Municipal de Buenos Aires y, por otro, comenzó a publicar en los diarios y revistas que proliferaron en las primeras décadas del siglo XX. En esos medios periodísticos era apreciado por su labor de traductor, pero también como comentarista y reseñador de cine y novedades bibliográficas extranjeras. Simultáneamente se insertó el campo literario como un poeta vanguardista que trajo al Río de la Plata la novedad del ultraísmo. En esas primeras décadas en las que incursionó en distintas bibliotecas es que tomó contacto con Sueño en el pabellón rojo, obra de Cao Xueqin, considerado un clásico de la literatura china, a la que siempre refirió con una gran admiración. Derrotero del lector al escritor El trabajo en los medios de prensa dio al joven Jorge Luis Borges la oportunidad de incursionar en la narrativa y lo hizo con lo que denominó ejercicios narrativos bajo el título conjunto de Historia universal de la infamia que publicó en el diario Crítica entre los años 1933 y 1934 pero cuya versión definitiva conocemos por la que publicó en 1954. De ellos, en relación con el tema que nos interesa, vamos a destacar el relato de la vida de “La viuda Ching, pirata” (Tomo I p. 306). Esos escritos que publicaba en el diario Crítica como ejercicio narrativo consistía en reseñar historias poco conocidas hasta ese momento por los lectores argentinos, en el caso particular hizo la reseña de la pirata más grande que registran las crónicas mundiales, pues su flota fue inmensa y llegó a establecer condiciones a los gobiernos cuyas flotas diezmaba en los mares de extremo oriente. La historia era tan extraordinaria que podía pasar perfectamente por una ficción que se permitía tamaña desmesura en cuanto a los acontecimientos, pero lejos de ser una ficción esos textos eran una expresión de la fascinación de Borges por los hechos que superan a la ficción. Para nuestra situación de lectura, a principios del siglo XXI, Jorge Luis Borges es tanto un escritor de literatura fantástica como de narrativa policial, sin embargo si seguimos su desarrollo en el campo de las letras del siglo XX, fue todo un precursor pues se atrevió a abordar modos de la escritura que no merecían apreciación académica, como el caso de las historias de piratas. En el mismo sentido, la literatura policial tampoco merecía mucho aprecio académico por aquellos años, aunque sí tenía muchos seguidores, por lo que también Jorge Luis Borges incursionó en esa temática y entre sus relatos policiales, uno de los más famosos es “El jardín de los senderos que se bifurcan” (Tomo I p. 472), en el que buena parte de la trama se revela en torno a un diálogo entre el detective y un sinólogo que le explica un intrincado e incomprendido libro al que ha dedicado su vida para develarlo. Asombroso destino el de Ts'ui Pên -dijo Stephen Albert-. Gobernador de su provincia natal, docto en astronomía, en astrología y en la interpretación infatigable de los libros canónicos, ajedrecista, famoso poeta y calígrafo: todo lo abandonó para componer un libro y un laberinto. Renunció a los placeres de la opresión, de la justicia, del numeroso lecho, de los banquetes y aun de la erudición, y se enclaustró durante trece años en el Pabellón de la Límpida Soledad. A su muerte, los herederos no encontraron sino manuscritos caóticos. La familia, como usted acaso no ignora, quiso adjudicarlos al fuego; pero su albacea (un monje taoísta o budista) insistió en la publicación. (Op. Cit.) En este momento del desarrollo de la práctica de la lectura, ese cuento no es sólo un clásico de la narrativa policial sino un ejemplo de la escritura que tematiza y practica la estructura especular y laberíntica, pues la historia que narra Stephen Albert, uno de los protagonistas, es la que estructura el juego de espías que se está desarrollando como historia principal. Jorge Luis Borges forjó su vida en torno a la lectura, por lo que sus amigos lo fueron gracias a que compartían esa pasión que derivaba en largas charlas de sobremesa, fue así que junto a sus amigos Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo participó de la selección de cuentos de diversa procedencia publicados bajo el título Antología de la literatura fantástica, en el que registran varios relatos provenientes del extremo oriente, entre ellos “Chuang Tzu” (158), “El encuentro” (404), “El espejo del viento y la luna” (406), “Sueño infinito de Pao Yu” (407), “La secta del Loto Blanco” (433) y “La sentencia” (435). En el Tomo II de sus Obras completas encontramos un poema “Para una versión del I King” (153) Para una versión del I King El porvenir es tan irrevocable como el rígido ayer. No hay una cosa que no sea una letra silenciosa de la eterna escritura indescifrable cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida es la senda futura y recorrida. Nada nos dice adiós. Nada nos deja. No te rindas. La ergástula es oscura, la firme trama es de incesante hierro, pero en algún recodo de tu encierro puede haber un descuido, una hendidura. El camino es fatal como la flecha pero en las grietas está Dios, que acecha. En el que expresa su admiración por el libro de las mutaciones, central para entender el pensamiento oriental, en el que, a diferencia de los libros de occidente, no hay relatos sino sentencias que pueden asociarse a partir de combinaciones resultantes de monedas cuyas conjunciones las rigen, poniendo en cuestión la oposición entre azar y necesidad, tan cara al pensamiento occidental. Aunque para abordar ese tema haría falta otra conferencia sobre el I Ching. En el mismo tomo “El go” (332) es un poema referido al juego de estrategia tan característico de China: El Go Hoy, nueve de setiembre de 1978, tuve en la palma de la mano un pequeño disco de los trescientos sesenta y uno que se requieren para el juego astrológico del go, ese otro ajedrez del Oriente. Es más antiguo que la más antigua escritura y el tablero es un mapa del universo. Sus variaciones negras y blancas agotarán el tiempo. En él pueden perderse los hombres como en el amor y en el día. Hoy nueve de setiembre de 1978, yo, que soy ignorante de tantas cosas, sé que ignoro una más, y agradezco a mis númenes esta revelación de un laberinto que nunca será mío. Jorge Luis Borges supo reconocer que el juego más allá de ser sólo un entretenimiento es la clave de las estrategias militares que frustraron a los estrategas occidentales. Ejemplo de ello es la derrota de EE.UU. ante Vietnam, porque mientras los estrategas occidentales planificaban la guerra de acuerdo con el ajedrez, los orientales jugaban al go. Con la misma vocación de reseñador con que comenzó su actividad en el periodismo cultural, Jorge Luis Borges escribió el Libro de los seres imaginarios (1957), en el que registró a varios integrantes de la zoología fantástica china, entre ellos a “Animales de los espejos”, “El cien cabezas”, “El ciervo celestial”, “El Dragón chino”, “El Tao-T’Ieh”, “El unicornio chino”. El primero de la lista me resultó particularmente interesante porque refería una leyenda más amplia, por lo que lo busqué arduamente en Internet, pero todas las entradas me remitían a la misma referencia, por lo que llegué a creer –hasta ahora- que se trata de una invención borgeana, como un auténtico cuento chino. A su vez “El Tao-T’Ieh” cobró nueva actualidad para muchos por un acontecimiento de la ficción filmográfica, porque en la película estrenada en 2016 “La gran muralla” se explica la construcción de una defensa descomunal para enfrentar a un enemigo no humano, a los Tao-T’Ieh, criatura de la mitología china que en la versión cinematográfica es presentada como una raza extraterrestre capaz de acabar con la humanidad. Conclusión La obra de Jorge Luis Borges está hecha en base a textos breves, de los cuales los más extensos son sus cuentos y sus ensayos, que el autor seleccionó y revisó cuidadosamente antes de reunirlos en los volúmenes de sus obras completas; lo que dio en conjunto la impresión de una producción homogénea desde su escritura más temprana, sin embargo el rescate de los textos que prefirió excluir permitió ver a un joven escritor que tanteaba con temas y formas poéticas y lingüísticas hasta encontrar la temática y el estilo que lo caracterizan. Toda la obra de Jorge Luis Borges es una reescritura de las numerosas lecturas que realizó desde un momento muy temprano en su vida, en el que se encontró con la Enciclopedia Británica que lo introdujo en la historia y la mitología de las diversas latitudes, lecturas de las que disfrutó como si todo fuera una gran ficción. Así se formó su modo de leer todo como si fuera literatura, lo que se plasmó en una escritura que hizo de todo una ficción irreverente porque ponía en un mismo nivel la ciencia, la filosofía, la historia, en definitiva, la suma del conocimiento humano. La historia, la mitología y la cultura china fueron objeto de lectura y reescritura en forma de cuentos, poesías y breves artículos como una especie de serpiente que se muerde la cola que no nos permite saber en qué fuentes abrevó para construir sus laberínticas ficciones. Bibliografía Borges, Bioy Casares y Ocampo, Silvina (1995), Antología de la literatura fantástica, Buenos Aires, Sudamericana, XI edición. Borges, Jorge Luis (1974), Obras completas, Buenos Aires, EMECE Borges, Jorge Luis (1989), Obras completas II, Buenos Aires, EMECE Borges, Jorge Luis (1983), Manual de zoología fantástica, México, F.C.E. Zhu, Jinyu, “La ficción china de Jorge Luis Borges: la influencia de la filosofía china” en https://revistas.uned.es/index.php/EPOS/article/view/20626/20715 (12/12/2022) Alvarado, José Luis, “Biografía insólita de Jorge Luis Borges. Capítulo 4. La razón universal: Jorge Guillermo Borges”, en https://cicutadry.es/biografia-insolita-de-jorge-luis-borges-jorge-guillermo-borges/ (24/01/2023) Bernstein, Ariel, “España en Borges” en https://revistaclarin.com/569/espana-en-borges/ (24/01/2023) Lou Yu “Borges en China” en https://www.borges.pitt.edu/sites/default/files/VB45_LouYu.pdf (26/01/2023)