Ernesto Guevara en la ficción de Abel Posse
Profesor Rafael Gutiérrez y
Estudiante José Manuel Díaz Watson
Introducción
El eje de esta
mesa “La narración como forma de lo real. Cruces e interacciones entre
historia, ficción, representación y memoria” nos plantea el problema de la
relación que hay entre una forma específica de construcción de una
representación verosímil, la novela, y los registros del pasado, las memorias y
el discurso de la historia. En este caso nos detendremos en una novela que
ficcionaliza un momento de la vida de un hombre cuyo accionar lo ha colocado en
la historia contemporánea, el caso del Dr. Ernesto Guevara.
La figura de
Ernesto Guevara ha sido tratada desde la ficción por la historieta de Héctor
Oesterheld y por versiones cinematográficas con un mínimo de
una decena de producciones, cubanas, argentinas y latinoamericanas. Por otra
parte en la literatura su tematización no es muy abundante fuera de las
biografías o los textos testimoniales de quienes participaron de las mismas
campañas.
Mucho más
reciente es la novela gráfica del mexicano José Hernández “Che: una vida
revolucionaria”, publicada en México en
2016, basada en el libro de Jon Lee Anderson Che Guevara. Una vida revolucionaria que publicó editorial Anagrama
en 2010 considerada por la crítica como una de la biografías más completas
sobre el líder revolucionario.
Abel Posse es
un prolífico novelista cuyas ficciones han visitado los tiempos de la conquista
de América, las aventuras de los nazis en oriente y de los neonazis en América,
los últimos días de Eva Perón y la
Argentina de fines del siglo XIX. En esa revisión que hace de
distintos momentos de la historia a través de la ficción novelesca, se detuvo
en un episodio poco conocido de la vida de Ernesto Guevara: su estancia en
Praga. El hecho soslayado por la biografías le dio pie al novelista para
desarrollar una versión en la que el héroe de Cuba, derrotado en El Congo,
antes de convertirse en el mártir de Bolivia se prepara para responder por sus
acciones y planifica las siguientes bajo las máscaras que lo protegen no sólo
de enemigos y aliados sino de sí mismo. La novela Los cuadernos de Praga nos acerca a ese momento desde una mirada
múltiple de quienes compartieron con Ernesto Guevara y la visión del
investigador que lo indaga.
Los
límites de la novela
Este
subtítulo, “Los límites de la novela”, es bastante sugestivo porque la novela
–como acontece con toda ficción- no tiene límites ya que en el campo de la
literatura un escritor puede ficcionalizar libremente cualquier tema y del modo
que le parezca, aún cuando tome un referente del mundo no ficcional.
Por
otra parte hay otros géneros discursivos que tienen limitaciones para el
tratamiento de los relatos que construyen: la crónica, la biografía, el
testimonio, la historia tienen que respetar una coherencia extratextual so pena
de repudio por la comunidad de lectores en la que circula y de la que espera
reconocimiento.
Ese
margen de libertad que tiene el escritor de literatura frente a los escribas de
otros géneros, le permite emitir juicios de toda índole, hacerlos circular y
generar polémicas sin contradecir el “principio de verdad” que se le reclama a
otros géneros narrativos similares.
En
el caso específico de Abel Posse, mucha de su producción novelística ha
retomado momentos y personajes registrados por la historia como referentes y
los ha puesto en escena con otros de diversa procedencia y con expresiones
anacrónicas. Estrategia que opera como guiños para lectores avezados,
conocedores de literatura e historia, lo que no quita que quienes no compartan
esa clave no puedan acceder a un universo verosímil.
Por
el uso de esas estrategias de avezado narrador, se han clasificado muchos de
los libros de Posse dentro de la llamada “nueva novela histórica”, en especial
aquellos que dedicó a los tiempos de la conquista de América. Sin embargo,
también tomó como tema un pasado más reciente como el de la Segunda Guerra
Mundial, la presencia nazi en la
Argentina[1]
y la vida de Eva duarte de Perón[2].
La
novela en la que nos detendremos en nuestro trabajo es Los cuadernos de Praga que publicó 1998 y que escribió con motivo
de que en el año anterior se cumplían treinta años de la muerte del líder
revolucionario. Momento que fue propicio para varios actos oficiales y la
publicación de sus textos y de diversas biografías.
Abel
Posse en sus novelas asume una posición crítica frente a figuras protagónicas
de momentos claves la historia. Así lo hizo con Cristóbal Colón, Pedro de
Aguirre, Álvar Núñez Cabeza de Vaca y Eva Perón. Es la versatilidad del mismo
género la que le permite ese movimiento, ya que la construcción de los
discursos que atraviesan a los personajes permite cruzar los registros de los
testimonios dejados por las personas que toma como referente como distintas
versiones conocidas, entramándolas con una conciencia crítica de los personajes
que los hace cuestionarse su acciones, sus programas ideológicos y los
resultados de sus actos.
Un
sujeto escindido
La
novela Los cuadernos de Praga se
estructura en base a la tarea de un personaje, “Abel Posse”:
Creo que nunca hubiera escrito sobre mi compatriota Guevara. Pero
ocurrió que estuve en Praga desde el ascenso de Havel, como testigo del
desmoronamiento del imperio soviético. Estas cosas suelen empezar desde la
casualidad. (Posse, 2017: 9)
Ese alter ego del autor busca los
testimonios de distintos protagonistas que conocieron a Ernesto Guevara durante
su estancia en Praga, entre ellos aparece la voz interior del mismo Ernesto
Guevara alternando diálogos con distintas personas que compartieron ese periodo
de su vida breve y casi desconocido. El resultado es una mirada múltiple sobre
el Che como preludio a su acto final en Bolivia.
Un
dato referencial que permite a la novela construir una mirada múltiple desde la
mismidad del propio Ernesto Guevara es la de los diversos alias que asumió para
moverse fuera de Cuba, con sus consecuentes cambios de pasaporte, sus rostros y
biografías correspondientes, que debe memorizar para cruzar las fronteras de un
mundo inmerso en una guerra intercontinental de la que un atribulado Ernesto
Guevara es partícipe, pero a la que no termina de adecuarse.
Debemos aclarar que el Che nunca viajó con si propia identidad. Usó
tres máscaras: Ramón Benítez Fernández, uruguayo y soltero, con cuya identidad
viajó al Congo y la tuvo los últimos días en Praga; allí actuó como Vázquez
Rojas español franquista, comerciante en maderas; y en Bolivia como Adolfo Mena
González. Antes de ir a Bolivia va a cuba como Ramón Benítez. Hasta tal punto
es fiel la caracterización que ni sus hijos lo reconocen y le decían “tío
Ramón”. (Martorell de Laconi, 2017: 144-5)
Desde
la ventaja que da la distancia temporal, Abel Posse realiza su evaluación sobre
el fracaso del bloque oriental en la guerra fría y agrega al pensamiento del
Che una mirada desalentadora sobre la revolución que está librando, por lo que
su último acto en Bolivia asume el carácter una inmolación ante la derrota de
sus ideales.
El
sujeto escindido
El
Che Guevara que construye Abel Posse es diferente de las imágenes monolíticas
que lo proyectan desde el imaginario revolucionario como un héroe que se
sacrifica en nombre de un mundo mejor. Al menos en ese sentido lo trabajaron
Oesterheld y los dibujantes Breccia en una de sus mejores historietas
comprometidas con la organización “Montoneros”[3].
El novelista aprovecha los distintos rostros que debe asumir Guevara para
lograr un efecto de sujeto disociado, casi esquizofrénico, porque sus distintas
personalidades deben interactuar y dialogar en lugares y con interlocutores que
solo conocen una de esas máscaras.
La máscara que adopta en Praga es la de Raúl Vázquez Rojas, una de las
tres que usó en sus viajes el Che. Discute con sus dobles o bien narra
anécdotas desde el punto de vista de uno de ellos. A veces tiene nostalgia de
su ser propio, es decir de Ernesto Guevara de la Serna. (Martorell de Laconi,
2017: 146)
Bibliografía
Posse, Abel (2017), Los
cuadernos de Praga, Buenos Aires, Planeta
Martorell de Laconi, Susana (2017), Acerca de las novelas de Abel Posse, Salta, Mundo Editorial
de Medrano Arce, Luis Sáinz, “Abel Posse y sus buscadores
del paraíso: El Che Guevara” en Biblioteca virtual Cervantes http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/abel-posse-y-sus-buscadores-del-paraiso--el-che-guevara/html/154f4131-576a-4751-b655-0a686d3e5b76_2.html
[1]
Corpus al que dedicamos algunos artículos sobre el subgénero de ciencia-ficción
conocido como “nazismo mágico”.
[2]
Sobre la novela La pasión según Eva
escribimos un trabajo crítico “La pasión de Eva según Posse”.
[3]
Ver en Gutiérrez (2016) pp. 140-142
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