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"HÉCTOR TIZÓN. LA LITERATURA ES UN CONSUELO"
Abad, Fernanda: “Héctor Tizón. La literatura es un consuelo”, en Nexo Nº 8, 30 de junio de 2002. HÉCTOR TIZÓN. LA LITERATURA ES UN CONSUELO. Con 72 años, Héctor Tizón cree en el instinto y en el destino, y des-cree apasionadamente de la “triste mezcolanza” a la que nos ha con-denado la globalización. Escribe desde su propio centro (muy ajeno al viejo esquema que fundaba el centro en la gran metrópolis), porque escribir le mantiene “el alma a flote’. Fiel a su historia y a su geogra-fía, Tizón es una voz en alto, legítima y -justamente- valorada. Libre de artificios, dice; y de su boca y de su tinta se desprenden hombres como pozos, ecos y Puna. Fue abogado, periodista, diplomático, exiliado y regresado. Viajó muchísimo; como diplomático de 1958 a 1962, como exiliado de 1976 a 1982. Vivió en México, París, Milán y Madrid. Durante su exilio en la capital española, en la década del 70, escribió una novela que hasta hoy no había sido publicada: “El viejo soldado”; la historia de un náufrago en tierra firme, que le presta su pluma a un ex teniente deseoso de imprimir sus memorias (un oscuro pasado). ¿EN QUÉ TRABAJA ACTUALMENTE? Como algunos saben, desde hace algunos años soy juez de la Corte o Superior Tribunal Al regresar de mi última larga ausencia, pensé que, además de escribir en solitario retiro, podría ser útil a mis vecinos desde alguna función, y hallé esta, de juez, que no siento incompati-ble con ser escritor. ¿CUÁNTO HACE QUE HA VUELTO A INSTALARSE EN JUJUY? ¿POR QUÉ VOLVIO? “Instalarse” es un verbo extraño, creo que tiene que ver más bien con un aparato que con una persona, digamos mejor “radicarse’ que viene de raíz ¿no? Si es así, no me he ido nunca, a pesar de que, en suma, más de la mitad de mi vida la he pasado fuera de aquí, pero mis sen-timientos siempre estuvieron en estas montañas. Me pregunta usted por qué he vuelto ¿Por qué Ulyses regresó a Itaca? ¿POR QUÉ ELEGIR COMO CENTRO UN PEQUEÑO PUNTO, EN EL NORTE? No siempre las elecciones en la vida son actos concientes o delibera-dos, hay en el fondo oscuro de todos nosotros algo que nos ata o nos empuja, tal vez esto tenga que ver con el instinto, o con el destino. Por otra parte, ¿qué significa una pequeña provincia, un pequeño lu-gar? Nada en sí, a veces yo me he sentido feliz en algún lugar remoto de África, y no en ciertas grandes ciudades. DEL EXILIO, ¿QUEDA DOLOR? El exilio es siempre desdichado. Ese dolor nos deja huérfanos a to-dos, huérfanos de los dioses, como decía Hörderlin, pero a la vez sabiendo que sin conciencia de exilio no puede haber conciencia de redención. EN “EL VIEJO SOLDADO” USTED LOGRA TRANSMITIR EL SENTIMIENTO DE NAUFRAGIO DEL EXILIADO. Esa novela ha sido escrita íntegramente durante nuestro exilio en Madrid, y no estaba en paz cuando la escribía, como lo confieso en el breve prólogo; por eso no había autorizado hasta hoy su publicación. Ahora ya han pasado muchos años y sólo me queda, como a Ulyses, la cicatriz, no el dolor. POCOS HAN LOGRADO LO QUE USTED: SER UNIVERSALES SIN DEJAR DE “SER”. Es difícil responder a esto. Escribo en una casa perdida en un lugar remoto, es cierto. Pero he sentido siempre que la literatura, lo que un escritor narra, debe ser siempre la expresión de una concepción del mundo. Por otra parte, la vida es dicha y desdicha, amor y desamor, y un escritor puede ser ciego, pero no miope. A PESAR DE ESTAR EN EL INTERIOR, USTED SIGUE VIGENTE EN EL MERCADO EDITORIAL. Tengo desde hace mucho tiempo un contrato exclusivo con la edito-rial Alfaguara, para Argentina y España. En el resto del mundo, esos derechos son vendidos como mejor se puede. Pero esto ya no es asun-to mío, es decir, yo no me ocupo de eso. ¿CONSERVA SUS UTOPÍAS? En estos tiempos posmodernos se pretende eludir todo compromiso con la axiología; todas las verdades son a medias y las ideologías vetustas. En esta triste mezcolanza todo vale todo. La cultura es susti-tuida por la publicidad y la propaganda y todos recurren a ella: políti-cos, empresas, universidades, religiones. Los políticos ya no tienen consejeros de ideas sino asesores de imagen; y la publicidad engendra idiotas o autómatas; crea pseudo necesidades y pretende convertirlas en atributos esenciales, mientras las dos terceras partes del mundo se muere de hambre. A esto hemos llegado globalizando la ideología del lucro sin escrúpulos. ¿No vale la pena entonces luchar por el renaci-miento de las ilusiones? ¿CREE QUE LA LITERATURA PUEDE CAMBIAR ALGO, MEJORAR ALGO? La literatura, el arte, no son remedios heroicos, sino consuelos y sirven para mantener el alma a flote, el corazón con vida. ¿QUÉ COSAS HAN CAMBIADO EN JUJUY? En Jujuy éramos pobres, y luego del fruto de las indignas “relaciones carnales” somos indigentes. ES MUCHA LA GENTE IGNORADA Y ENARDECIDA QUE PIDE JUSTICIA... La gente ignorada y enardecida, como usted dice, tiene razón, ya este estado llegó, no por la ley sino por la corrupción. Ni siquiera ese slo-gan canalla de “roba pero hace” tiene vigencia aquí. En este país muy pocos tratan de hacer algo, yesos pocos no tienen poder. ¿A QUÉ LE TEME? A la estupidez. ¿CUÁNDO CREE QUE NACIO SU PRESTIGIO? Tampoco puedo contestar esto. Prestigio admite la misma etimología que prestidigitación ¿no cree? ALGO POR HACER Me gustaría vivir otra vez.

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