jueves, 11 de mayo de 2023

En el día del Himno Nacional Argentino

PARA ALENTAR A LA PATRIA En un artículo en la revista Informes de Salta la nuestra, mencione la “Marcha patriótica” compuesta por Vicente López y Planes, para referirme al nombre de la primera versión del Himno Nacional Argentino entre cuyos versos se mencionaban los triunfos de dos batallas de “Las Piedras” que fueron el tema entonces. Es interesantes rastrear los orígenes de esta marcha y de cómo llegó a ser el Himno Nacional Argentino que todos conocemos. En primer lugar tenemos que ubicar al autor, don Vicente López y Planes que aparentemente para el común de la gente tiene el único mérito de ser el autor de la letra del Himno. Sin embargo hay que aclarar que fue un característico fundador de la Patria, dedicado a las armas, a las letras y a la política. Cuando joven era un comerciante, un ciudadano más que tomó las armas para resistir las invasiones inglesas, oportunidad en que formó parte del regimiento de “Patricios” y ante esa situación escribió un poema muy reconocido en ese momento, “El triunfo argentino”, que celebraba la defensa de Buenos Aires realizada entre el 2 y el 6 de julio de 1807. Luego de esas acciones que lo vincularon a los albores de la formación de un nuevo país se fue hacia el norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata para estudiar derecho en la afamada Universidad de Chuquisaca, donde se graduó y regresó a Buenos Aires con una preparación que le sería de mucha utilidad en su futuro político. Como sucedió con la mayoría de los hombres que participaron de la reconquista de Buenos Aires, tomó conciencia de la potencialidad que tenía la colonia para independizarse y formó parte de los grupos que impulsaron las juntas de mayo de 1810 para declarar la caducidad de la representación virreinal y la formación de juntas gubernativas criollas. Durante los primeros años del proceso que desembocaría en la Declaración de la Independencia la situación general era muy confusa: la Primera Junta se constituyó en representación de Fernando VII y envió un ejército para respaldar su representatividad, pasando por las armas a quienes se opusieran a su autoridad. Ante esa representación armada se enfrentaron ejércitos que también asumían la autoridad legítima del mismo Fernando VII. De modo que se sucedieron muchas acciones militares a favor o en contra de dos facciones que se reconocían como criollos contra realistas hasta que las autoridades que no lograban definir un gobierno estable desde Buenos Aires decidieron asumir públicamente que se trataba de un levantamiento con intenciones independentistas. Para ello ya habían transcurrido tres años de guerra y se necesitaban nuevos símbolos para afirmar al nuevo estado que se desmembraba del extenso imperio español. La Asamblea convocada para el año 1813 debía declarar la independencia y establecer una constitución, acciones fundamentales para establecer un nuevo país, sin embargo aunque esos objetivos no se lograron, sí hubo acuerdo para crear nuevos símbolos representativos para derogar los que correspondían al poder español. De ese modo surgieron la escarapela, bandera, el escudo y el himno nacional. En 1812 el Primer Triunvirato ya había solicitado la creación de un himno capaz de “inflamar al pueblo y regenerar su espíritu”. Fray Cayetano José Rodríguez fue el encargado de asumir esa tarea y compuso “El Himno a la Patria” para ser entonado al principio de las ceremonias oficiales y para las marchas militares, sin embargo su vigencia se mantuvo sólo hasta la caída del Primer Triunvirato ya que la Asamblea General Constituyente del año 1813 recibió instrucciones del Segundo Triunvirato para cumplir la misma tarea. Vicente López y Planes estaba presente en la Asamblea como diputado y junto a Fray Cayetano José Rodríguez fueron convocados para cumplir la misión y en la sesión del 11 de mayo fue declarada “Única canción de la Provincia Unidas” con letra de López y Planes y música del catalán Blas Parera. La canción original estaba compuesta por nueve estrofas y un coro que se repetía, dando una duración total de más de veinte minutos de ejecución, lo que se prestaba bien para que sea entonada por los soldados en sus largas travesías. La letra enumera los triunfos obtenidos por los ejércitos criollos y en ellos se nota que había conciencia de una nación mucho más extensa que la que hoy reconocemos pues se refiere tanto a Perú, como a Uruguay y al Alto Perú como si integraran la misma “Argentina”. Después de esa tarea de compositor oficial, Vicente López y Planes asumió la cartera de Gobierno en el recién creado Directorio y luego fue Diputado ante la Asamblea Constituyente de 1817 y en 1825 fue electo Diputado ante el Congreso de la Nación, situación en la que encontraba dos años más tarde cuando se convirtió en Presidente Interino de la Nación. Después de la caída de Rosas también fue gobernador interino de Buenos Aires. Poco tiempo después, en 1856 falleció en Buenos Aires. Hacia fines del siglo XIX el gobierno cayó en cuenta de que la letra completa resultaba muy agresiva para una España que ya distaba mucho de ser la enemiga de sus ex-colonias por lo que se encargo de realizar una versión más comprimida y menos violenta que durante la presidencia de Roca fue aceptada oficialmente como el “Himno Nacional Argentino” que ahora conocemos. Lic. Rafael Gutiérrez

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