viernes, 31 de marzo de 2023

Raúl Aráoz Anzoátegui en el centenario de su natalicio

Raúl Aráoz Anzoátegui y su cruzada de las letras Raúl Aráoz Anzoátegui nació un 31 de marzo de 1923 en Salta y desarrolló su actividad literaria y cultural hasta principios del siglo XXI cuando nos dejó una 20 de octubre de 2011, después de una larga trayectoria jalonada por reconocimientos de distintas instituciones educativas y culturales del país. Aunque para la mayoría de los lectores su nombre se relaciona inmediatamente con La Carpa. “La Carpa” fue un grupo de jóvenes del NOA que se reunieron en Tucumán porque en esas décadas del siglo XX la única universidad de la región era la UNT y los jóvenes que aspiraban a estudios superiores tenían necesariamente que desplazarse hacia allí. En ese ámbito de estudios, propicio para la reflexión los jóvenes se conocieron, compartieron conversaciones, intereses, música y lecturas en tertulias a las que la casa de Raúl Galán brindaba el espacio adecuado. En ese ambiente fue que se les dio forma a un plan de campaña para la transformación de la cultura desde ese polo en el NOA y como símbolo de esa empresa eligieron la figura de una carpa de campaña de las cruzadas medievales. A fin de cuentas, la suya era toda una cruzada. Dentro de esa tienda de campaña simbólica escribieron su famoso “Manifiesto” como una declaración de principios afirmando que la poesía tiene un deber ser y por ello no dudaron en confrontar osada y valientemente con la generación que les precedía. Creían firmemente en que la palabra poética debía tener belleza, afirmación y vaticinio, aún fieles a esos principios no descuidaron el tratamiento estético sobre el lenguaje al momento de expresar su pensamiento y proyectar el futuro, no sólo literario sino también social. Si bien los miembros de La Carpa se desperdigaron, siguieron fieles a su manifiesto y desde cada uno de los lugares geográficos por los que la vida los llevó, continuaron con la campaña que iniciaron de la década de 1940. Raúl Aráoz Anzoátegui fue uno de los miembros fundadores de ese movimiento tan significativo en el desarrollo de las letras argentinas. Desde su ámbito familiar accedió tempranamente a la literatura pues su padre fue Ernesto Aráoz, el político, periodista y escritor que legó a las letras de Salta una serie de entrevistas ficticias realizadas por el, no menos ficticio, periodista Espirideo Tintilay al Diablito del Cabildo. En Salta Raúl Aráoz Anzoátegui comenzó a escribir desde los trece años y a publicar desde los diecisiete en los diarios locales, hasta que en 1941 participó en el certamen poético organizado por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires en homenaje a Juan Lavalle, en el que obtuvo el primer premio por su poema “Elegía a Lavalle”. Luego de trabajar para los diarios El pueblo y El Intransigente de Salta, también lo hizo para el prestigioso diario La Nación de Buenos Aires, que oficiaba como uno de los órganos consagratorios para los escritores argentinos. Prontamente publicó Tierras altas (1940-1945) con el auspicio de sus compañeros de La Carpa y el apoyo de sus padres, a quienes dedica ese primer libro, en cuyos epígrafes, citas y dedicatorias podemos reconocer claramente cuales fueron las lecturas que compartieron en su formación los escritores nucleados en torno a La Carpa. La temática que se despliega en ese poemario lo vincula a una tradición que lo precede sobre la poetización de América, su gente y sus referentes provincianos; el sentimiento puesto en el sujeto amado, en el tiempo evocado y en los paisajes referidos responden a lo que la crítica ha denominado neorromanticismo, característico de la generación del cuarenta en la Argentina. Sin embargo, lejos de evadirse sólo en la temática amorosa y en la evocación del tiempo y el paisaje provinciano, también escribió sobre su tiempo y sus conflictos, por ejemplo en el “Poema a la Argentina” podemos encontrar una similitud con la tarea que luego desarrollaría Pablo Neruda en su Canto General de 1950, que de cierto modo se continúa en el poema “A la América del Sur” de 1948. En Otros poemas (1945-1965) podemos leer “En este octubre” dedicado a los obreros socialistas baleados por la policía en Jujuy y, de un modo más general, escribe “Dicen que la gente se está matando”, para –más adelante en su escritura- tematizar un hecho muy impactante que marcó nuestra historia reciente, “Abril, 1982” en su libro Confesiones menores (1976-2008). Sus libros Rodeados vamos de rocío (19451961) y Pasar la vida (1961-1974) profundizan en la vida y el amor de pareja y de familia, con la que disfrutaba mientras ejercía distintos cargos de gestión en Salta y Buenos Aires alternativamente ya que era reconocido con cargos y membresías en prestigiosas instituciones como el Fondo Nacional de las Artes y la Academia Argentina de Letras. Con el retorno a la democracia fue convocado por la Comisión Bicameral Examinadora de Autores Salteños para evaluar la producción literaria pasada y presente de la provincia, en vistas a su primera edición o reedición, con lo que formó parte de un proyecto destinado a recuperar y difundir la literatura con el apoyo gubernamental. En reconocimiento a su labor como poeta, ensayista y conferencista, la Universidad Nacional de Salta le otorgó el título de Profesor Honoris Causa, por lo que fue convocado para integrar comisiones y paneles en distintas actividades y encuentros académicos. La escritura poética de Raúl Aráoz Anzoátegui comenzó tempranamente con tan sólo trece años y con esa experiencia se incorporó a La Carpa, cuyo programa contribuyó a elaborar por lo que siguió escribiendo de acuerdo con esos principios que enunció. Hasta que un veinte de setiembre del año dos mil once fue el último en levantar La Carpa de campaña y retirarse a descansar después de haber formado parte de un movimiento vital y transformador en la cultura argentina. Rafael F. Gutiérrez 30/03/2023

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